La vida nos trae diferentes sensaciones a lo largo de ella. Amor apasionado, desinteresado, interesado; odio profundo sin fundamento, con fundamento; tristeza total, avasalladora, momentánea, eterna; felicidad eterna, momentánea, de segundos, destellos de felicidad. Toda esta gama de emociones nos trae la vida y como buen producto regalado, no trae un manual que nos ayude a entenderla o a enfrentarla, así que por lógica debemos aprender sobre la marcha y para risa del destino, cargar con el peso de que solo vivimos para morir en un momento.
Lo único que nos queda realmente es intentar quedar en la historia, tratar por un momento de que nuestra imagen, idea o nuestro simple recuerdo no desaparezca junto a los últimos familiares que nos conocieron.
Aun me quiebro la cabeza intentando vislumbrar la forma de quedar en la historia del mundo, de quedar marcado en la mente colectiva de las generaciones venideras. Curiosamente quería lograrlo convirtiéndome en escritor, pero por esas razones que sólo yo conozco (porque están en mi mente solamente y no salen), ya no lo quiero ser, en la política veo al mundo de manera tan radical que mi pensamiento, es muy adelantado o ya esta obsoleto, lo otro sería matar a mucha gente y de manera muy salvaje, pero no creo que eso sea necesario… aun. Así que, por descarte, sólo me queda filosofar sobre el ser humano e intentar darle una razón para su existencia. O quizás ni eso y solo me convierta en una persona mas que respiró en este mundo… no me puedo quedar con esa ultima idea, no lo tolero, “algo debo hacer por la historia”… pero por ahora sólo soy un desconocido, al borde de la locura y con problemas nerviosos aun sin resolver.
Espero, algún día, estar en algún libro por alguna razón. Y que haga que mi alma en una próxima vida cuando lea el libro, en el que esta mi biografía o lo que sea, me sienta orgulloso de mi antiguo yo
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