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Entraras a lugares de mi mente a los que nadie a logrado conocer. A partir de ahora estarás solo porque yo no puedo acompañarte. Disfruta del viaje y trata de aprender algo nuevo o en el peor de los casos a abrir la mente.

miércoles, 26 de mayo de 2010

CRÓNICA DE UN SOLDADO ARREPENTIDO.


A pesar de haber firmado el tratado de paz con la unión soviética, el Fuhrer, Adolf Hitler, deseaba esculpir definitivamente su figura histórica destruyendo al Kremlin, símbolo de todos los males que amenazaban occidente. Pese a su agnosticismo, quería mostrarse como campeón de una nueva cruzada religiosa para ensanchar los limites de la cristiandad. Y así es como en junio de 1941 se inicia la invasión alemana a la unión soviética, conmigo entre sus tropas.
Más de 120 divisiones de infantería, 70 motorizadas, van junto a mi para recorrer mas de 1500 kilómetros para invadir la inmensa unión soviética, es primera vez que sirvo en la guerra y me siento orgulloso de que se me aya asignado una de las mas grandes hazañas que lograra el ejercito alemán, para la gloria de mi pueblo.
El ejecito soviético, ha presentado una notable resistencia frente a los ataques de la Wehrmacht, 12 ejércitos soviéticos se enfrentaron a nosotros valientemente pero fueron reducidos ante el poder de nuestro ejercito. Pero a pesar de los triunfos, Hitler cometió el mismo error que Napoleón mucho tiempo atrás, la geografía soviética se puso en contra nuestra deteniendo el avance alemán. A mediados de julio, Adolf Hitler, desconcertado frente a la resistencia rusa, sitúa la ciudad de Kiev como principal objetivo, para después de unas semanas mover el punto principal de ataque sobre la ciudad de Leningrado .
Llevamos más de cien días tratando de tomar el estado soviético, pero a pesar de las victorias, los objetivos principales del Wehrmacht no se han cumplido. Tres fueron las metas marcadas por el Werhmacht, estacionadas igualmente en tres grandes bases de partida, al llegar el día “d” y la hora “h” (22 de junio a las 5:40) desde sus acantonamientos en Prusia oriental, el grupo de cuerpos del ejercito “norte”, con 29 divisiones, al mando del mariscal Von Leeb, tenían que apoderarse de Leningrado, al tiempo que el situado en la frontera ruso-polaca el grupo de cuerpos de ejércitos “centros”, dirigido por el mariscal Von Bock, con 49 divisiones, tenia que penetrar hacia Moscú y por ultimo, el denominado “sur” bajo las ordenes de Von Rundstedt e integrado por 47 divisiones, recibía la consigna de dominar la zona industrial del bajo Dniéper y las ricas tierras negras de Ucrania .
Con la llegada de las lluvias otoñales, el cerco de Leningrado estaba muy lejos de hacer caer a la ciudad. Al ver que Leningrado no caí y sus heroicos defensores no se rendirían, el objeto primordial se traslado hacia Moscú, Operación Tifón en la marcha hacia esta ciudad tomamos a 600 mil prisioneros de las tropas de los mariscales Timoshenko y Voroshilov y así conquistamos las ciudades de Briansk, Viasma, Oriol, Kalinin y Kaluga.

Ahora veo el desastre de esta guerra, las ciudades asoladas por los bombardeos y el desgarrador silencio de quienes se han resignado a perder su patria. ¿Para que sirve todo esto?, la guerra no nos a traído nada bueno, ni siquiera la gloria que tanto esperaba para el pueblo al que sirvo, solo veo odio en los ojos de los rusos y deseos de acabar con mi vida. Solo destrucción por todos lados, no deberíamos estar aquí, he perdido muchos compatriotas por un ideal del que ni siquiera estoy seguro si creo en un cien por ciento.

Para octubre un millón de kilómetros cuadrados estaba en nuestras manos y eso solo confirma mi nueva forma de ver la guerra, un millón de metros cuadrados de destrucción, de familias asesinadas en nombre de una nación, miles de soldaos caídos en ese millón de kilómetros cuadrados, muchos amigos dejados atrás, arrepentidos y abandonados, por que es toda la vida de servicio o la muerte.
Ahora toda la culpa recae sobre nosotros, pero ellos no se dan cuenta del daño que causaron a una nación caída, pagar los costos de la guerra como si fuéramos los únicos culpables, haber desmembrado el imperio en nombre de los vencedores. Todas estas cosas dañaron nuestro orgullo y quebraron el honor de los vencedores, solo conocimos la pobreza y la miseria, en nuestro corazón sólo vivía el odio por quienes nos golpearon en el piso. Ahora conozco el otro lado de la moneda, la miseria por causa nuestra y de nuestros ideales, todas las vidas perdidas no compensan todo lo que nos causaron, hacemos lo mismo que a nosotros una vez nos hicieron, desmembrar una nación, pero por mas que tratemos no podremos dañar los espíritus de los soldados y civiles rusos.
Espero que ganemos porque si perdemos esta guerra el castigo será monumental.